sábado, 24 de mayo de 2014

Porque eres andaluz/a, el 25 de mayo: abstención


El próximo 25 de mayo, las andaluzas y los andaluces estamos convocados por el Sistema a una nueva pantomima electoral. Una vez más, los partidos del régimen, todos aquellos que lo conforman y que lo sostienen mediante su actividad institucionalista e institucionalizada, nos vuelven a bombardear con mensajes acerca de la supuesta importancia de la Unión Europea y de nuestra participación electoral. Nos intentan convencer de los beneficios para Andalucía de formar parte de ésta Europa, o de futuras Europas favorables a los pueblos y a la mayoría social.

La Europa unida y única, sea la actual Unión Europea u otra, nunca poseerá líneas de actuación favorecedoras de las naciones negadas y las clases populares, porque la Europa política es una superestructura creada y potenciada para reprimir los derechos nacionales y los populares, al igual que la Europa cultural común es una entelequia ideada como justificación intelectual de la represión. Esas realidades ficticias llamadas Europa y España fueron diseñadas por el Capital para amparar y facilitar el expolio y la explotación, por lo que es absurdo el plantear Europas y Españas de los pueblos, de las clases populares, de las mayorías sociales o de los trabajadores.

Europa y España, como sendos entes imperialistas y colonialistas, han significado siempre para Andalucía ruina, robo, terror y destrucción. Desde que perdimos la independencia a manos de ambas, desde que somos forzados a depender política y económicamente de ellas, nuestra tierra y nuestro pueblo siempre han ocupado primeros puestos en rankings de subdesarrollo, paro y precariedad. Y esta situación no es casual, coyuntural o sólo actual, menos aún nuestra responsabilidad; es la premeditada consecuencia de las políticas ideadas por Europa y España para que, como en toda colonia, mantengamos un estado de empobrecimiento y carencias que facilite a las oligárquicas la apropiación de nuestras riquezas y el futo de nuestro trabajo.

Los andaluces y andaluzas no sólo es que no seamos europeos, como tampoco españoles, es que además Europa y España significan para nosotros el origen y porqués de nuestros males políticos, sociales y económicos. Ni de Europa ni de España puede proceder solución alguna porque ambos entes constituyen en sí el problema. Por tanto, la única alternativa objetiva a las diversas situaciones negativas que padecemos no pasa por Europa o España, sino por salirnos de la UE y el Estado Español. Sólo liberándonos de ambas dependencias, recuperando nuestra libertad, volviendo a ser nuestros dueños, podremos hacer frente a los envites del capitalismo

Por todo ello, como movimiento de liberación nacional y social andaluz, como organización que mantiene la brega contra el capitalismo y por la libertad del Pueblo Trabajador Andaluz, que es una y la misma lucha, desde Nación Andaluza hacemos un llamamiento a la Andalucía consciente y resistente, a la totalidad de las andaluzas y los andaluces que mantienen en pie la bandera de la Andalucía libre que levantara Blas Infante, a una abstención activa y combativa. Porque no somos europeos ni españoles, porque somos andaluces/zas, el 25M abstención.

¡Por Andalucía libre y socialista!
En Andalucía a 21 de mayo de 2014
Comisión Permanente de Nación Andaluza

miércoles, 7 de mayo de 2014

¡Por una Mezquita de Córdoba de l@s andaluces y andaluzas!


Nación Andaluza, como organización independentista y revolucionaria andaluza, viene pidiendo la devolución de la Mezquita Aljama de Córdoba al pueblo andaluz desde su fundación hace casi 25 años. Hoy tenemos que continuar con esta histórica reclamación (que ya formuló Blas Infante, Padre de la Patria Andaluza, en 1931) ante la gravedad de los hechos de la inmatriculación en el Registro de la Propiedad y ante la imposibilidad de recurrir esta inmatriculación transcurridos diez años. Dos años faltan para que la Iglesia Católica se haga definitivamente con la propiedad de la Mezquita (según la legislación española vigente). Por ello exigimos la anulación de dicha inmatriculación así como la reclamación de la titularidad pública de la Mezquita. Exigimos la retirada inmediata y definitiva de la Iglesia Católica del monumento andalusí (y por lo tanto andaluz) así como la reconversión de este en centro de interpretación histórico y cultural de Al-Andalus.
La actual crisis económica ha servido como coartada a las clases dominantes del Estado Español para implementar políticas involucionistas y represivas que nos devuelvan al pasado. El neofranquismo, enquistado en el modelo político fruto de su propia evolución y de la colaboración de la socialdemocracia, ha decidido imponer su modelo de sociedad sin tapujos: recortes sociales, anulación de derechos conquistados por la clase trabajadora, represión de la protesta social, pobreza y conflictividad social... Ante esta evolución del régimen el sistema se ampara en organizaciones que facilitan el control social y la represión de los sectores revolucionarios. La Iglesia católica como guardián moral e ideológico y el fascismo como guardián armado, han cumplido con esa misión y lo siguen haciendo actualidad. Por estos motivos esta institución sigue recibiendo y aumentando sus privilegios en pleno siglo XXI.
Entre los privilegios otorgados a la Iglesia Católica en el siglo XX (por la Ley Hipotecaria franquista de 1946)  está el de inmatricular a su favor cualquier bien inmueble con el simple trámite de inscribirlo en el correspondiente Registro de la Propiedad, sin tener que aportar documento alguno de titularidad (al contrario que el resto de ciudadanos). La reforma de la Ley Hipotecaria de 1998 aprobada por el gobierno de José María Aznar posibilita a la Iglesia Católica hacerse no sólo con bienes inmuebles al uso sino también con centros de culto. En base a este nuevo privilegio concedido por el estado español la Iglesia Católica inscribe la Mezquita de Córdoba como su propiedad en el Registro de la Propiedad el dos de marzo de 2006. Pero la Iglesia Católica, al contrario de lo que afirma en el expediente de inmatriculación, no toma posesión de la Mezquita de forma pacífica, sino mediante las armas y el genocidio de miles de andaluces. Recordemos que la guerra contra Al-Ándalus fue promovida por el Vaticano como “cruzada”. Su participación posterior en el mantenimiento de Andalucía como colonia para uso y disfrute de la metrópoli y su implicación en la represión de los andaluces opuestos a esta dominación en distintos momentos históricos hasta la actualidad fueron decisivas para los privilegios de la nobleza conquistadora.
Nación Andaluza rechaza la utilización que la Iglesia hace de la Mezquita, comercial (obtiene más de 10 millones de euros anuales por las visitas de más de un millón de turistas) e ideológica. El integrismo católico pretende reconvertir un templo andalusí en una “catedral”, borrando todo el pasado andaluz de Córdoba y reescribiendo la historia para justificación de una “conquista” que supuso el exterminio de una civilización cuyo testimonio de grandeza y de nivel técnico y cultural está representado por la Mezquita de Córdoba. La Mezquita es un símbolo de cultura y de civilización. La actuación de la Iglesia Católica pretende ocultar una construcción creada para el culto islámico, heredero de la cosmovisión unitaria de un lado y otro del estrecho que durante milenios se vio plasmada en diferentes ritos.
La libertad del pueblo trabajador andaluz comienza por la recuperación de nuestro patrimonio más emblemático y por la finalización de los signos coloniales que aún se manifiestan en la ocupación y tergiversación de los edificios que simbolizan un pasado en el que en Andalucía se desarrolló un poder político independiente.
Fue en 1994 cuando una campaña de nuestra organización consiguió que entrar en la Mezquita fuera gratuito para l@s cordobeses/as. Hoy los hombres y mujeres de Nación Andaluza nos sentimos en la obligación de volver a denunciar una vez más al Estado vaticano por la usurpación y ocupación del patrimonio histórico andaluz y es por ello por lo que pedimos a todos l@s andaluces/zas que aún les quede un atisbo de dignidad nos acompañen en esta denuncia y protesta hasta que consigamos se devuelva al pueblo andaluz una Mezquita que le pertenece desde la primera piedra que se puso en su construcción.
¡Viva Andalucía libre!
Andalucía, a 27 de abril de 2014.
Comisión Permanente de Nación Andaluza

Declaración de Nación Andaluza ante el 1º de Mayo

1º DE MAYO. FRENTE A LOS ATAQUES DEL ESTADO Y EL CAPITAL: LUCHA OBRERA, SOBERANÍA NACIONAL Y PODER POPULAR PARA UNA REVOLUCIÓN ANDALUZA





Las trabajadoras y los trabajadores andaluces afrontamos un nuevo 1º de Mayo en el contexto del mayor ataque a nuestros derechos e intereses sufridos en decenios. La última crisis cíclica del capitalismo, sumada a la especulativo-financiera surgida en 2007, ha sido el pretexto esgrimido por el Sistema para poner en marcha nuevas políticas destructoras de lo que queda de las conquistas sociales y laborales de los pueblos y clases trabajadoras bajo el yugo del Estado Español Impuesto.

Unas conquistas que no constituyen concesiones de un inexistente “Estado del bienestar” en peligro, como mantiene la socialdemocracia, sino unos logros alcanzados como consecuencia de unas luchas y triunfos propios. Los trabajadores y las trabajadoras nada debemos a este Estado y nada podemos esperar de un Estado burgués e imperialista. Todos los estados españoles son anti-obreros y anti-andaluces por definición. Nuestros derechos nos pertenecen y nosotr@s se los hemos arrancado. El único “bienestar” procedente de las clases dominantes y su España sería su completa desaparición.

La reorganización de mercados, de sistemas de obtención, producción y distribución, así como las reestructuraciones sociales que se producen al dictado de los intereses acumulativos de las élites oligárquicas, están retrotrayendo las condiciones de vida de las clases populares andaluzas en general, y las de la clase obrera en particular, a unas situaciones de precariedad  laboral y de desprotección social intencionadamente buscadas y producidas para proseguir una explotación más barata de nuestra fuerza de trabajo que les proporcione ese aumento exponencial de beneficios deseado. Debido a la ya conocida ley decreciente de la tasa de ganancia del sistema capitalista. Y son las estructuras político-administrativas creadas por el Capital a su exclusivo servicio: la Unión Europea, el Estado Español y su sucursal la Junta de Andalucía, las encargadas de su puesta en práctica con la excusa de mantener “políticas realistas” o “de lo posible”.

Dentro de la agenda neoliberal, Andalucía es sentenciada a padecer el acrecentamiento del tradicional papel de colonia interior española y europea que nos condena al subdesarrollo a todos los niveles, al clientelismo y a la corrupción institucionalizada de los últimos siglos. Dedicada a proporcionar materias primas y mano de obra baratas a través de una economía extractiva y de servicios, y al mantenimiento de altos índices inducidos de paro. La situación que estamos atravesando no es por tanto coyuntural sino estructural. No es consecuencia de determinadas políticas económicas, legislaciones o gobiernos, como pretende hacernos creer el nuevo reformismo, sino del papel que se nos ha adjudicado a nuestro país y a nosotros como pueblo trabajador. No es arbitraria, sino que corresponde al funcionamiento del sistema capitalista, expresado en las leyes de desarrollo desigual y desarrollo combinado del capitalismo. Esa es la razón de los excepcionalmente altos índices de desindustrialización, deslocalización, etcétera; la puesta en marcha de un plan preconcebido que pretende lograr estos objetivos.

La interrelación entre descolonización y lucha de clases, entre lucha nacional y lucha obrera, entre liberación territorial y social son, en estas condiciones impuestas, aún más palpables, indisociables e indiscutibles. Ahora más que nunca se impone la imperiosa necesidad de oponerse al papel asignado de esclavitud colectiva, plantando cara al Sistema y enfrentándonos a esas estructuras político-administrativas encargadas de cumplimentar los designios del Capital, como la única posibilidad real y objetiva de superar la situación. Las soluciones a las insoportables circunstancias que somos obligados a atravesar no pueden proceder ni de una “economía de mercado” que no es ni puede ser social, pues es intrínsecamente antisocial, ni tampoco de unas instituciones que sólo son y pueden ser los capataces del Sistema. Transformar la realidad pasa por combatir y erradicar la economía y las instituciones capitalistas,  no por  “mejorarlas”.

Ese es el papel histórico que hoy le corresponde a las izquierdas andaluzas: políticas, sindicales y sociales. Despertar y levantar al pueblo tanto contra el enemigo nacional y de clase como contra sus instituciones. Contra España y su amo el Capital. Hacerles comprender que ese “luchar contra la crisis” no es hacerlo contra determinadas leyes o gobernantes, sino contra su origen, el capitalismo, y contra sus propagadores: la Unión Europea, el Estado Español y su sucursal autonómica andaluza. Porque combatir en Andalucía al capitalismo es combatir también a sus estructuras político-administrativas y territoriales. La lucha contra esta supuesta crisis en Andalucía, o es global, es decir anticapitalista y antiespañola, o supondrá un fracaso para el Pueblo Trabajador Andaluz, con la perpetuación de la dependencia, el expolio y la explotación. El de la esclavitud económica y política a la que nos mantiene atados el reformismo y el españolismo.
Como consecuencia,  dos de los elementos básicos y tradicionalmente sostenidos por la izquierda independentista andaluza se revelan como esenciales, en una primera fase, para hacer posible la concienciación obrera y popular andaluza que posibilite la imprescindible confrontación global contra el Sistema, dentro del inicio del proceso revolucionario de liberación nacional y social: por un lado circunscribir toda propuesta y actuación a un ámbito exclusivamente andaluz, y por otro el exigir como leitmotiv de la reivindicación obrera y sindical un Marco Andaluz de Relaciones Laborales.

Si la clase obrera de esta tierra forma parte de un pueblo específico y un país concreto, las diversas situaciones que ésta atraviesa son indisociables de dichas singularidades. En ellas se producen, a ellas están sujetas y por ellas están condicionadas. Por eso nuestro ámbito reivindicativo, de actuación y determinación debe circunscribirse a esa realidad diferenciada y solventarse dentro de ella, y el marco jurídico y legislativo laboral deberá estar delimitado por el espacio territorial andaluz y adaptado a él. Las alternativas para la clase obrera andaluza sólo pueden ser andaluzas y dilucidarse desde y en Andalucía.
Es una necesidad establecer en lo sindical la reivindicación de un Marco Andaluz de Relaciones Laborales como propuesta de mínimos que establezca una legislación propia en materia de sanciones a las empresas, en modalidades contractuales para adaptarlas al mercado laboral andaluz, en un sistema propio de prestaciones (políticas activas sí, pero también pasivas); en el establecimiento de todos los medios que permitan al Pueblo Trabajador Andaluz ordenar su propia economía. Una legislación hecha por el pueblo trabajador andaluz y que proteja al propio pueblo ante la explotación capitalista. Una legislación que establezca la creación de Fondos de Inversión Obligatoria de beneficios patronales, la erradicación de la precariedad laboral y las contrataciones “en negro”, la reducción de la jornada laboral, el reparto del empleo, la supresión de las horas extraordinarias, la creación y puesta en funcionamiento de comisiones municipales integradas por la administración y representantes sindicales para la intervención en el mercado de trabajo y la determinación de las políticas laborales y económicas locales.
Luchar por la recuperación de nuestra más absoluta soberanía nacional y popular, como forma de poseer una herramienta efectiva para contrarrestar el papel de subordinación y explotación en el que nos pretende perpetuar el Capital, es una obviedad indiscutible. Un paso imprescindible en el proceso hacia la Revolución Andaluza. Sólo recuperando el poder sobe nosotros mismos y lo nuestro: nuestro trabajo, nuestra tierra, sus riquezas, etc. Sólo poseyéndolo, reteniéndolo y ejercitándolo, como andaluces y como andaluzas, como trabajadoras y como trabajadores, podremos construir una economía y una sociedad andaluzas al servicio del Pueblo Trabajador Andaluz. Una Andalucía de los andaluces y de las andaluzas, para los andaluces y las andaluzas. Y sólo estableciendo un perímetro estrictamente andaluz de visión, actuación, reivindicación y lucha, en todos los ámbitos: político, social, laboral, etcétera, será factible comenzar a encauzarlas hacia ese objetivo. Sobrepasándolo estaremos imposibilitando, sea cuales sean nuestras intencionalidades.

En este nuevo 1º de Mayo en Andalucía: en la fábrica y en el campo, en el aula, en la oficina  y en el taller, como trabajadores y como trabajadoras, como andaluzas y como andaluces, levantémonos todos por nuestros derechos y libertades. Frente a los ataques del Estado y el Capital: lucha obrera, soberanía nacional y poder popular para una Revolución Andaluza. Por un ámbito unitario y andaluz de actuación obrera y popular, y por un Marco Andaluz de Relaciones Laborales ¡ya!
 
¡Viva la lucha de la Clase Obrera!
¡Viva el Pueblo Trabajador Andaluz!
¡Viva Andalucía Libre y Socialista!
¡Por la Revolución Andaluza!
 
En Andalucía, a 30 de marzo de 2014
Nación Andaluza – Comisión Permanente