Nación Andaluza ante el 40 aniversario del asesinato de Javier Verdejo
13 de agosto: día de la juventud andaluza
Los hechos materiales del asesinato son sobradamente conocidos. Mucho se ha hablado de dónde, cómo, quién, porqué, pero posiblemente falte un análisis de conjunto, encuadrar el asesinato de Javier en un contexto histórico que permita entender los motivos que llevaron a unos y otros a ese encuentro macabro con la muerte; unos como víctimas y otros como verdugos, como ejecutores necesarios de un plan trazado en lujosos despachos y que asegurara una “transición” a la “democracia” que no pusiera en peligro los intereses de las clases dominantes beneficiadas por el franquismo.
La crisis del petroleo de los años 70 golpeaba duramente a la clase trabajadora del Estado, y especialmente a la andaluza, por su situación de dependencia económica y de colonia interior, donde la tasa de desempleo se disparó generando pobreza y desesperación, soportando una tasa de inflación que empobreció aún más a las clases más desprotegidas. Tras las elecciones de Junio del 77, en las que Suárez sería elegido Presidente del Gobierno, inicia conversaciones con Felipe González y con Carrillo que posteriormente darían lugar a los Pactos de la Moncloa, en los que se decide el modelo político de la España “democrática”, configurándose un sistema en el que todos los partidos aceptaban los grandes ejes políticos impuestos por las instituciones internacionales y por los intereses ideológicos y económicos de los ostentadores del poder franquista: monarquía, unidad de España, Estado autonómico, entrada en la UE y en la OTAN, y aceptación del modelo económico capitalista como principios políticos inamovibles, que quedaban fuera de la disputa electoral.
Pero el plan de Transición tenía un punto débil, las calles estaban tomadas por las protestas sociales y políticas que lideraban las organizaciones de la izquierda rupturista. Para asegurarse una “democracia” donde ningún partido se saliera del guión diseñado en los Pactos de la Moncloa, era necesario “recuperar” las calles e imponer una paz social que asegurara la consolidación democrática. El método utilizado fue la represión policial de las manifestaciones y la represión política de las organizaciones rupturistas. En algunos casos también se utilizaron matones de extrema derecha para asesinar a líderes políticos y sindicales. Sólo en el año 1977, la policía cargó violentamente contra 788 manifestaciones en el Estado español. Desde el año 1975 al 1983, murieron asesinadas 188 personas por “violencia de Estado”, sin contar con las asesinadas por las organizaciones de extrema derecha.
A esta violencia institucional contra las organizaciones políticas y sindicales rupturistas, hay que añadir la represión judicial y económica contra los elementos más activos de las clases populares, contraponiéndose con la indulgencia con la que la justicia trataba a los asesinos, tanto miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, como miembros de organizaciones de extrema derecha, o simplemente pistoleros.
En este escenario político, se produce el asesinato del joven Javier Verdejo, uno más de los crímenes del Estado español para recuperar las calles que estaban tomadas por las clases populares y afianzar una “democracia segura” que no pusiera en riesgo los privilegios de la burguesía. La represión política, llegando al asesinato en muchos casos, fue una política de Estado contra las organizaciones que no aceptaban el modelo de “democracia burguesa”. El debate entre “reforma” o “ruptura” se cerró con la represión a las organizaciones rupturistas.
A principios de siglo XXI de nuevo en el país andaluz las necesidades de la clase trabajadora ponen sobre la mesa el debate entre reforma o ruptura. Nación Andaluza, al igual que Javier Verdejo y demás represaliados por el neofranquismo opta por una ruptura democrática que devuelva al pueblo andaluz el derecho a decidir, a gobernarse; INDEPENDENCIA para recuperar los medios de producción y la capacidad política para decidir el modelo de convivencia. Para nosotr@s el 13 de agosto es el día de la juventud andaluza consciente y combativa que, como Javier Verdejo, tendrá que enfrentarse a los planes de España y el Capital. Por todo lo anterior, el próximo 13 de agosto, Nación Andaluza estará en el homenaje a Javier Verdejo en Almería con el compromiso de luchar por una “ruptura” con el Estado español que nos permita construir una República Andaluza de Trabajadores/as.
¡Pan, trabajo y libertad!
¡Viva Javier Verdejo!
¡Viva Andalucía independiente y socialista!
Comisión Permanente de Nación Andaluza.
Andalucía, a 11 de Agosto de 2016