sábado, 7 de marzo de 2015

DECLARACIÓN DE NACIÓN ANDALUZA ANTE LAS ELECCIONES DEL 22 DE MARZO DE 2015



DECLARACIÓN DE NACIÓN ANDALUZA ANTE LAS ELECCIONES DEL 22 DE MARZO DE 2015 ¡CONTRA LA FARSA ELECTORAL: ABSTENCIÓN ACTIVA POPULAR!

El próximo 22 de marzo, el pueblo trabajador andaluz ha sido de nuevo convocado a participar en la “fiesta de los demócratas”. La fiesta de los demócratas burgueses, se entiende, que convierten los comicios electorales en una fecha para legitimarse socialmente durante los siguientes cuatro años, en los que la realidad del pueblo trabajador andaluz no cambiará.

Para empezar, desde Nación Andaluza queremos señalar el carácter excepcional de esta convocatoria de elecciones anticipadas, que se dan antes de que se agote la legislatura del gobierno PSOE-IU. Ante este hecho hemos de preguntarnos: ¿Era una necesidad para l@s andaluces/zas adelantar el proceso electoral? Y hemos de responder categóricamente: no. Una vez más podemos ver cuán poco vale la “democracia burguesa” y las instituciones pretendidamente andaluzas, como la Junta o el Parlamento. Son aquell@s que las ocupan, con Susana Díaz a la cabeza, los que nos muestran el carácter caciquil de la “democracia” en Andalucía. Estamos ante la utilización del Pueblo Andaluz para participar en una farsa adelantada que legitimará el Régimen una vez más. Este adelanto electoral se produce en un marco de caída libre del PSOE en las encuestas sobre intención de voto y de ascenso de una nueva fuerza socialdemócrata que nos tememos será tan españolista como el PSOE y que viene a inocular nuevas energías al régimen de descentralización tutelada que supone el marco estatutario andaluz: Podemos. Este nuevo partido supone un soplo de aire fresco para la monarquía parlamentaria española y su ajada Constitución de 1978 y un descanso para las clases dominantes, que por fin están viendo cómo comienza la desmovilización social. A pesar de que se avecina un periodo electoral largo, ya vemos cómo empezamos de nuevo a perder la calle, mientras que aún las promesas de cambio político que supone Podemos (sin cuestionar la propiedad privada, la unidad del Estado, la Unión Europea o el euro, claro está) no se han concretado en unos resultados electorales. De nuevo engañan a Andalucía con promesas de una tierra mejor y más justa que sabemos no se cumplirán.

Desde Nación Andaluza, organización de izquierda independentista andaluza, entendemos que democracia no es introducir una papeleta en una urna cada 3 o 4 años. Eso es una pura designación de aquell@s que nos gobernarán en la próxima legislatura. Quienes nos dirigirán dentro de los estrechos márgenes que establece el propio Régimen oscilan entre opciones políticas instrumentalizadas que tienen en común un elemento: la responsabilidad de Estado y con el Estado, lo cual quiere decir también con las oligarquías. Es decir, el pacto de mantener y apuntalar desde dentro el Estado imperialista español, impuesto a l@s andaluces/zas, y las instancias que en todos los ámbitos territoriales lo sostienen. Se trata de una democracia “a la española”, acotada a elegir a quienes, “en nombre del pueblo”, deciden por el Pueblo Trabajador Andaluz.

Para Nación Andaluza es imprescindible que la clase trabajadora realice una valoración sobre lo acontecido en esta legislatura. El gobierno PSOE-IU ha gobernado desde las elecciones de 2012 aplicando la agenda económica neoliberal impuesta desde Madrid y Bruselas. Un gobierno que ha despedido empleados públicos en precario, que ha recortado presupuesto en todas las partidas, que ha cerrado plantas de hospitales, colegios o conservatorios... Un gobierno cuyo último acto amistoso fue la aprobación de los presupuestos para este año 2015 como clímax de su labor que llaman de progreso. Unos presupuestos elaborados por PSOE e IU que, como denunciaba Nación Andaluza el pasado mes de enero (ver: http://www.nacionandaluza.info/comunicados/29122014_comunicado_presupuesto_2015.html), han continuado con la austeridad. Unos presupuestos que han dedicado 3,37 veces más dinero a 150 altos ejecutivos que a los cientos de miles de trabajadores del sector público, que van a continuar vendiendo tierras públicas o que niegan a Andalucía una Banca Pública Andaluza y un Impuesto sobre Tierras Infrautilizadas. No ha habido cambio alguno eligiendo a unos gobernantes u a otros. El problema no está en quien nos gobierna, el problema es que el Pueblo Trabajador Andaluz continúa siendo gobernado por otros. Esto es así porque Andalucía no se encuentra en un sistema democrático. El pueblo trabajador andaluz es doblemente oprimido: como pueblo y como clase. Estamos sometidos/as a una doble opresión nacional y social, colonial y capitalista. Somos una nación ocupada y supeditada a intereses ajenos. Somos un pueblo trabajador negado y explotado. Ahí está la clave de la que parten todas nuestras problemáticas: la carencia de soberanía. L@s andaluces/zas no poseemos el más mínimo control sobre nuestro trabajo, sobre nuestra tierra y sus recursos. No somos nuestros dueños ni los de nuestro país.

El Pueblo Trabajador Andaluz no tiene un problema de gobernación, legislación o financiación, sino de secuestro y privación de su libertad. Buena prueba de ello es la utilización como “trampolín hacia Madrid” que posee nuestro país, Andalucía, para los distintos partidos del sistema. Tras sus promesas, la realidad es que las diferentes opciones partidarias del sistema utilizan Andalucía para ganar votos y “peso político” en Madrid. Nada más. Ese es su interés por el Pueblo Andaluz, como hemos tenido ocasión de ver en múltiples ocasiones. Mientras tanto, continuarán utilizando a los andaluces como moneda de cambio, como el sainete, la tierra de la “gracia” y la juerga, negando nuestra identidad cuando no sirve para hacer el chiste. Y con la excusa de la lucha contra el déficit, con la excusa del imperativo legal que ya utilizaron PSOE e IU, continuarán arrasando con todo, especialmente con la sanidad, la educación y los servicios sociales.

Desde Nación Andaluza, no podemos permitir que sigan decidiendo en nombre del Pueblo Andaluz aquell@s que sólo quieren utilizarlo. No podemos tolerar más engaños. Solo hay un camino posible para la transformación de nuestra realidad: que el pueblo trabajador andaluz tome las riendas de su destino. Mientras que el pueblo trabajador andaluz no detente su soberanía perdida, será la burguesía, a través del Estado español, los Estados Unidos o la Unión Europea, quienes decidan las políticas fundamentales en Andalucía. La solución pasa por el reconocimiento de Andalucía como nación y por el ejercicio de nuestra soberanía nacional, constituyendo una República Andaluza de Trabajadores. Andalucía necesita una verdadera democracia popular, alzar al pueblo trabajador en su propio gobernante a través de una República Andaluza y terminar con la dependencia económica construyendo una nueva economía de carácter socialista.

En las condiciones actuales hemos de reconocer que la izquierda soberanista andaluza, y más concretamente sus sectores más avanzados, la izquierda independentista, no hemos sido capaces de construir aún la cada vez más necesaria alternativa andaluza, obrera y popular que pueda combatir con éxito los ataques del imperialismo capitalista español, europeo y estadounidense, partiendo de presupuestos rupturistas y libertadores. Las consecuencias son (aún hoy) la debilidad de la izquierda soberanista andaluza, que le impide plantear una alternativa propia a esta farsa del Régimen, radicalmente andaluza y radicalmente de clase que apueste por la ruptura con el Estado español y con el neofranquismo embozado de democracia.

Por ello, nada esperamos de una España y unas instituciones “autonómicas” ajenas e impuestas, que mantienen secuestrados nuestros derechos nacionales y sociales. Somos conscientes de que en el momento actual de desarrollo de la izquierda soberanista andaluza la lucha está en la calle y en el día a día, en la clarificación política, en la organización de la clase trabajadora andaluza y no en los votos, los escaños o los organismos que gestionan nuestra dependencia. Somos conscientes de que, ahora más que nunca, es necesario mantener la firmeza revolucionaria y perseverar en la construcción de herramientas políticas, no disgregadoras, sino potenciadoras de una alternativa nacional andaluza de clase. Ese es el papel que la militancia de Nación Andaluza pretende que desempeñe nuestra organización desde su fundación en 1990 y a ello nos debemos dedicar con más empeño si cabe en la coyuntura actual.

Nación Andaluza desea destacar que tampoco ninguna de las candidaturas presentadas para las elecciones del 22 de mayo manifiesta pretender llevar a cabo ese trabajo de lucha y organización obrera y popular en Andalucía, por la República Andaluza y una economía andaluza socialista. Nada hay en estas elecciones que pueda devolver la soberanía usurpada al pueblo trabajador andaluz, que le devuelva la dignidad de siglos de ocupación, que le entregue la tierra y la riqueza que España y el Capital le han robado.

Por todo ello, desde Nación Andaluza hacemos una llamada a la abstención activa popular en estas elecciones. Llamamos a la abstención, pero no por ello proponemos la desmovilización social. Planteamos la abstención andaluza concebida como un arma de oposición e insumisión frente al régimen y una herramienta de concienciación popular. Tenemos que continuar saliendo a la calle a reivindicar y luchar por nuestros derechos nacionales y sociales. Nación Andaluza llama a denunciar la mentira electoral y seguir construyendo un pueblo trabajador andaluz consciente y combativo, con organización y lucha. Esta es la alternativa realista para el presente y garantía de lucha para el futuro de nuestro pueblo.

Declaración de la Comisión Nacional de Nación Andaluza.
Andalucía, 1 de marzo de 2015

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